A menos que desees emular el sonido de Mark Knopfler, vas a necesitar adquirir púas para tu guitarra, o guitar picks. Las púas para guitarra son como el arco para el violinista, y obviamente, dependiendo del tipo que uses afectará tu ejecución e incluso tu sonido.

Grosor de las púas para guitarra

Sobre el tipo que debas comprar te diré que todos los caminos te van a llevar a una pick bastante dura  gruesa, y, además, posiblemente bastante pequeña; ergo, todos los caminos te conducirán tarde o temprano a la Jazz III.

Si estás en tus primeros pasos no estaría del todo mal que uses una pick de 0.50 mm. De hecho, tal vez sería contraproducente que intentases utilizar una pick muy gruesa, podría resultarte incómoda. Más adelante, mientras tú mismo vayas progresando, te darás cuenta que las picks muy delgadas comenzarán a limitarte, sobre todo cuando empieces a adquirir velocidad.

Primero notarás que cuando atacas una cuerda hacia abajo la púa tiende a doblarse para arriba mientras más delgada es, por tanto, ese mismo doblamiento incomodará el retorno del ataque hacia arriba. Otra cosa que notarás es que el sonido será demasiado suave y no estará acorde a la intensidad deseada de tu parte. Esa situación la irás corrigiendo utilizando púas más gruesas, preferiblemente por encima del 1.0 mm.

Hay quienes incluso recomiendan que ese grosor no baje del 1.4. Con una púa gruesa reducirás ese efecto de “rebote” pues cuando atacas 1 cuerda, esa cuerda también te ataca a ti y lo más probable es que contrarrestes ese efecto generando tensión en tu muñeca o, peor aún, ayudarte con el codo: al generar tensión o incorporar el codo a tu ejecución notarás un mayor cansancio. Toda esa cadena de causa efecto se solventa al utilizar una púa más gruesa cuyo ataque suavice ese efecto “rebote” de la cuerda.

Cualquier guitarrista avanzado, quienes toquen a altas velocidades, concordará entonces que hay que utilizar púas gruesas; otra discusión es el tamaño de la púa.