Este es un tema que suele ser polémico y que discutimos en la sección de Speed Picking. Y es que obsesionarse con la velocidad puede tener efectos contraproducentes. Nos referimos al continuo ejercicio en ejercicios para ganar velocidad en la guitarra descuidando otras técnicas que pueden ayudarte precisamente en este aspectos. Debes ver el estudio de la guitarra como el fisicoculturismo: debes prestarle igual atención a cada uno de tus músculos para obtener un resultado satisfactorio; de lo contrario tu cuerpo no obtendrá aquel aspecto que deseas.
Este último sería un consejo para que te enfoques en una formación “integral en el instrumento; sin embargo, vamos a repasar dos aspectos que pueden ayudarte en el tema de la ganancia de velocidad en la guitarra.
La tensión como enemiga de la velocidad en la guitarra
Muchas de las artes marciales chinas hacen énfasis en la importancia de eliminar desde el principio la tensión en los movimientos que el estudiante ejecuta. Ello porque la tensión limita la fluidez de movimientos y por tanto se pierde la “naturalidad” en las figuras.
Fíjate que esto aplica para casi cualquier actividad física, desde manejar, preparar una pizza o barrer. No obstante, los maestros orientales fueron quienes más se fijaron en este aspecto como base de sus enseñanzas.
¿Qué es y como surge la tensión?
La tensión la podemos definir como la rigidez que aparece en un músculo al ejecutar un movimiento. En nuestro caso específico, si estamos ejecutando un alternate picking con movimiento de muñeca, la tensión va a aparecer tanto en la muñeca como en los dedos que sostienen la púa. Y al aparecer, difícilmente lograremos los movimientos fluidos que nos permitirán incrementar la velocidad.
Otro detalle es que la tensión por lo general va acompañada de otros músculos de “apoyo” que no hacen otra cosa sino entorpecer tus movimientos. Es como cuando vas a levantar una mancuerna muy pesada con tu brazo, y luego descubres que haces fuerza con el pecho, la espalda y la columna. Sí, puede que la logres levantar, pero a costa de posibles lesiones. En este caso tu instructor siempre te recomendará que trabajes con menos peso y luego, cuando desarrolles más fuerza, intentes luego con esa mancuerna.
La tensión, en nuestro caso de la guitarra, suele surgir o por querer sobrepasar una barrera de velocidad, o al aprender una habilidad nueva. En ambos casos un factor común son los nervios, que son enemigos de la fluidez y por ende de la velocidad en la guitarra.
Queremos que te fijes en cualquier video de Yngwie Malmsteen, uno de los guitarristas más veloces, y fíjate que, más allá de las caras y gestos, Yngwie ejecuta los pasajes de manera bastante relajada. Difícilmente lo veras sufriendo al ejecutar alguna frase, incluso las más rápidas.
Por lo tanto, es importante que detectes la tensión y empieces a trabajar en ella.
Enfócate en lo siguiente:
- Relaja los dedos que sostienen la púa, ya que es allí por donde empieza la tensión y se esparce por tu muñeca, la cual también deberás relajar.
- Identifica aquellos músculos que están actuando en el movimiento sin que les hayas dado permiso. Uno muy común es tu brazo, o más específicamente tu antebrazo; el no debería estar involucrándose en el alternate picking o el downpicking (sobre sweep picking, te recomendamos ir a esa sección y veas lo que decimos sobre el uso del antebrazo). También te sorprendería ver que músculos como tus cejas o tus mandíbulas comienzan a trabajar ejerciendo presión sin tu permiso, ¡elimina eso!
- Aleja los nervios. Nadie te está viendo si estás practicando en tu habitación, por lo tanto, no deberías estar nervioso. Luego serás capaz de llevar esa práctica al escenario.
La importancia de retroceder
Tomando en cuenta lo anterior, otro aspecto es el de la barreras de velocidad en la guitarra, que son en donde aparecer todos estos elementos discutidos en el apartado anterior.
Pongamos como ejemplo que estás haciendo los clásicos ejercicios sobre una cuerda. Te sientes cómodo al hacerlos a 140 bpm, pero una vez llegas a los 150 sientes que el movimiento deja de ser fluido y que tal vez no estás ejecutando todas la notas.
Uno de los consejos más populares es que incrementes la velocidad, superando tu barrera y retornes a tu barrera o a un poco más arriba de ella. Volviendo al ejemplo del ejercicio sobre una cuerda, si tu barrera es de 140 bpm, incrementa la velocidad a 160 y luego retrocede a 150.
Es probable que te encuentres con la sorpresa que has logrado repasar tu barrera. Ello por un efecto psicológico, pues si a 160 tu cerebro te percibió un peligro (no sabemos cuál, pero se comporta de esa manera) y se “defienda” preparando tus músculos para la acción. Sí, con la famosa tensión. Si retrocedes a 150, tu cerebro dejara de percibir buena parte de la amenaza y “relaje” esos músculos que estaban prestos a actuar contra el peligro.
Aplica estos 2 consejos. Enfócate en tocar relajadamente y trabaja en superar tus barreras. Cualquier observación te invitamos a que la dejes en los comentarios aquí abajo. De igual manera puedes dejarnos algún consejo que te haya funcionado para ganar velocidad en la guitarra.